La Escuela Pública está sufriendo un ataque sin precedentes. Con la
excusa de una grave crisis provocada por el sistema financiero asistimos
atónitos al rescate con dinero público de la banca y a la mercantilización de
las necesidades básicas que satisfacen los servicios públicos, en especial la
Sanidad y la Educación.
La Comunidad educativa del IES Ramón y Cajal realizó la pasada noche
una asamblea seguida de un encierro. Con ello se han querido denunciar los
gravísimos recortes que la actual Administración, estatal y aragonesa, está
intentando llevar a cabo —de hecho, se están adoptando ya— contra la educación
pública (ampliación de ratios, incremento de horas lectivas, supresión de
tutorías y programas de apoyo, supresión de vías en Bachillerato, eliminación
de planes de Formación, no cubrir las sustituciones producidas por bajas
médicas….). Todas estas medidas, adoptadas con engaños, bajo presiones
intolerables y escudándose tras la lógica del “no queda más remedio”, se traducirán
en la destrucción de numerosos puestos de trabajo (en particular, de profesores
interinos), en un deterioro gravísimo de la calidad de la enseñanza.
Todas estas medidas vienen acompañadas de un discurso oficial vacío y
manipulador, que encarnan a la perfección el ministro Wert, la consejera Serrat
(que parece olvidar las competencias educativas que ella tiene en Aragón) y sus
sicarios, tienen un objetivo profundo y perverso. El objetivo final es
convertir el derecho a la educación en un privilegio al servicio de los más
ricos, dejando a la escuela pública en algo residual más próximo a los
programas de asistencia social que a un verdadero programa de igualación
social. En este sentido, la anunciada eliminación de dos líneas para el próximo
curso en dos colegios públicos de nuestra ciudad —el Colegio Pío XII y el
Colegio El Parque— constituye una agresión inaceptable que demuestra el
auténtico talante antisocial de nuestras actuales autoridades educativas
locales y provinciales. La Comunidad Educativa del IES Ramón y Cajal manifiesta
su total solidaridad con estos dos centros: ¡su lucha es y será también la
nuestra y no reblaremos hasta que los responsables de este atropello revoquen
esas supresiones! Pero hay más: los recortes a la educación pública y el modelo
educativo que se nos viene encima va a tener una víctima propiciatoria en la
escuela rural y por ello en tantos pequeños pueblos de Aragón donde contar o no
con escuela puede ser elemento decisivo para que una familia lo abandone.
Las medidas que de forma acelerada se nos quieren imponer supondrán
una gravísima merma en la calidad del conjunto del sistema educativo que, poco
a poco, y a pesar de contar con un porcentaje de PIB dedicado a educación muy
alejado de la media europea, iba recuperando el mucho tiempo perdido durante
las décadas de la dictadura franquista. En particular, el aumento de alumnos
por profesor conllevará reducir en la misma
proporción el tiempo disponible para la atención individual. Y esto es
especialmente grave en la Educación Secundaria Obligatoria por las
características y creciente complejidad y diversidad de su población escolar.
El gasto social, que sufragamos conscientemente con nuestros
impuestos, destinado a la red pública educativa y sanitaria es la mejor inversión
que la administración pública puede dedicar para trabajar por el futuro de
nuestra sociedad. Por eso nos negamos a aceptar que se reduzca y que se utilice
de forma perversa y prioritaria para otros fines.
Nos sobran las razones pero sabemos que eso, a veces, no es
suficiente. La movilización unitaria, permanente e inteligente es la única
herramienta que puede realmente cambiar las cosas. Por eso hacemos un
llamamiento a la confluencia de las organizaciones sindicales, de las familias
y de los estudiantes, porque todos compartimos un mismo norte: la educación es
un derecho básico, imprescindible en la vida, en el desarrollo de las personas
y de las sociedades. Los recortes no son inevitables: ¡¡¡hay otras
alternativas!!! ¡¡¡Otro mundo es posible y otra escuela también!!!
Comunidad Educativa del Instituto de Educación Secundaria Ramón y
Cajal.
Huesca
a 22 de mayo de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario