domingo, 27 de mayo de 2012

Comunicado del Claustro contra los recortes


El Claustro del I.E.S. Ramón y Cajal de Huesca manifiesta su rechazo y oposición a los planes de los actuales Gobiernos de la Comunidad y estatal, que suponen un ataque sin precedentes al sistema educativo público. Es indignante que se utilice la excusa de la crisis para desmantelar todo lo público y, con el dinero público, potenciar lo privado. La educación pública no puede soportar más recortes y no puede seguir sufriendo el desmantelamiento al que está siendo sometida, porque dejará de lograr la cohesión social y de vertebrar nuestra sociedad.

Una sociedad que renuncia a la mejor educación para todos y que destruye su potencial humano es una sociedad sin futuro. Una sociedad que asimila la educación a una mercancía, que apuesta por la privatización de todo lo público y por la pelea entre los ciudadanos para aplicar el “sálvese quien pueda”, es una sociedad enferma, abocada a un suicidio social del que tardará décadas en recuperarse y en la que varias generaciones de ciudadanos estarán condenadas a vivir sin un presente y un futuro dignos.

El Claustro del I.E.S. Ramón y Cajal se opone a  los recortes educativos que se van a implantar. Decimos NO:

1º   Al incremento de las ratios que implica la imposibilidad de una enseñanza individualizada y el aumento de los problemas de convivencia en el aula, especialmente en la E.S.O.

2º Al aumento de las horas lectivas que supondrá la pérdida de innumerables puestos de trabajo de compañeros interinos y el empeoramiento de las condiciones laborales del profesorado.

3º  A incremento del precio de las matrículas universitarias y la disminución de las becas.

4º Al decreto de profesores suprimidos y desplazados que barrerá la estabilidad de las plantillas orgánicas de los centros.

5º  A la disminución de los salarios del profesorado de la enseñanza pública y la congelación de los complementos retributivos.

6º A la ausencia de diálogo y búsqueda de soluciones conjuntas con las organizaciones representativas de la Comunidad Educativa.

El mantenimiento de las políticas sociales y de igualdad es un principio y un derecho irrenunciable sobre el que se ha construido el modelo social europeo. El gasto social, que sufragamos conscientemente con nuestros impuestos, destinado a la red pública educativa y sanitaria, es la mejor inversión que la administración pública puede dedicar para trabajar por el futuro de nuestra sociedad.  No aceptamos que se reduzca y que se utilice de forma prioritaria para otros fines.

Consideramos que nuestra  responsabilidad como enseñantes es defender lo público y la enseñanza como instrumento de reequilibrio social, como medio de invertir las desigualdades de partida. Toda política que no vaya en el camino de incremento de lo público (como expresión de una más justa distribución de la riqueza) supone un desvío de reconocimiento de las personas como iguales no solo ante la ley sino en la realidad económica cotidiana y, a la larga, esto se resuelve con mayor sufrimiento para la mayoría, para aquellos que, seguro, son los menos responsables.



Huesca, 16 de mayo de 2012

APOYO DEL IES RAMÓN Y CAJAL AL CEIP EL PARQUE Y A LOS COLEGIOS PÚBLICOS EN GENERAL.


El Claustro del IES Ramón y Cajal manifiesta su rechazo a los recortes que está padeciendo la Educación Pública y, en particular, lamenta profundamente la situación por la que están atravesando los Colegios Públicos de la ciudad (Pío XXII y El Parque), que el curso que viene verán suprimidas una de sus aulas de Educación Infantil. Entendemos que suprimir una de las dos vías existentes en Educación Infantil es una medida injusta, inadecuada y tal vez algo precipitada, que supondrá a corto plazo la reducción drástica del número de alumnos y, en consecuencia,  de grupos en los demás cursos.
Mediante este escrito, aprobado por unanimidad de los asistentes a la sesión extraordinaria del Claustro de Profesores del miércoles día 16 de mayo, queremos dar nuestro más sincero apoyo al CEIP el Parque.
El CEIP El Parque es uno de los dos colegios adscritos a nuestro instituto y, por tanto, cada curso recibimos alrededor de 50 alumnos de dicho centro escolar. Se trata de alumnos que se integran a la perfección con los procedentes del CEIP Juan XXIII,  y que responden bien a las expectativas  puestas en ellos.
Por otra parte, queremos recordar que el CEIP El Parque es un centro emblemático para la ciudad de Huesca y un referente educativo, pionero en muchas actividades. Recordemos, además, que  al compartir edificio con la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, se propicia una especial implicación en la innovación pedagógica. Esta implicación  redunda en una mejor formación  de los futuros maestros y  de los propios alumnos del colegio, tanto en el plano académico como en el personal.
Nada de esto sería posible sin la encomiable tarea del equipo docente de este colegio, y así queremos reconocerlo. Una tarea educativa que, insistimos, se evidencia en la excelente preparación que demuestran  los chicos y chicas que se incorporan a nuestro instituto.
Por todo ello transmitimos todo nuestro apoyo al colegio y pedimos encarecidamente que se reconsidere la supresión de la 2ª vía de Educación Infantil en el CEIP El Parque y que se recapacite sobre las repercusiones que sin duda acarreará esta medida.
Pensamos que la Administración debe rentabilizar los colegios públicos y en este sentido no entendemos que en una ciudad como Huesca, sin apenas distancias,  se supriman aulas en algunos centros. Lo más adecuado, en nuestra opinión, sería que la propia Administración  equilibrara el reparto entre los colegios públicos, eliminando el criterio de igualdad de puntos del domicilio familiar y/o laboral y propiciando el transporte de alumnos a aquellos  centros con menor número de solicitudes.
En conclusión, creemos sinceramente que existen otros sistemas lógicos y adecuados que permitirían equilibrar la situación y mantener la 2ª vía en el CEIP El Parque.

Manifiesto del encierro


La Escuela Pública está sufriendo un ataque sin precedentes. Con la excusa de una grave crisis provocada por el sistema financiero asistimos atónitos al rescate con dinero público de la banca y a la mercantilización de las necesidades básicas que satisfacen los servicios públicos, en especial la Sanidad y la Educación.
La Comunidad educativa del IES Ramón y Cajal realizó la pasada noche una asamblea seguida de un encierro. Con ello se han querido denunciar los gravísimos recortes que la actual Administración, estatal y aragonesa, está intentando llevar a cabo —de hecho, se están adoptando ya— contra la educación pública (ampliación de ratios, incremento de horas lectivas, supresión de tutorías y programas de apoyo, supresión de vías en Bachillerato, eliminación de planes de Formación, no cubrir las sustituciones producidas por bajas médicas….). Todas estas medidas, adoptadas con engaños, bajo presiones intolerables y escudándose tras la lógica del “no queda más remedio”, se traducirán en la destrucción de numerosos puestos de trabajo (en particular, de profesores interinos), en un deterioro gravísimo de la calidad de la enseñanza.
Todas estas medidas vienen acompañadas de un discurso oficial vacío y manipulador, que encarnan a la perfección el ministro Wert, la consejera Serrat (que parece olvidar las competencias educativas que ella tiene en Aragón) y sus sicarios, tienen un objetivo profundo y perverso. El objetivo final es convertir el derecho a la educación en un privilegio al servicio de los más ricos, dejando a la escuela pública en algo residual más próximo a los programas de asistencia social que a un verdadero programa de igualación social. En este sentido, la anunciada eliminación de dos líneas para el próximo curso en dos colegios públicos de nuestra ciudad —el Colegio Pío XII y el Colegio El Parque— constituye una agresión inaceptable que demuestra el auténtico talante antisocial de nuestras actuales autoridades educativas locales y provinciales. La Comunidad Educativa del IES Ramón y Cajal manifiesta su total solidaridad con estos dos centros: ¡su lucha es y será también la nuestra y no reblaremos hasta que los responsables de este atropello revoquen esas supresiones! Pero hay más: los recortes a la educación pública y el modelo educativo que se nos viene encima va a tener una víctima propiciatoria en la escuela rural y por ello en tantos pequeños pueblos de Aragón donde contar o no con escuela puede ser elemento decisivo para que una familia lo abandone.
Las medidas que de forma acelerada se nos quieren imponer supondrán una gravísima merma en la calidad del conjunto del sistema educativo que, poco a poco, y a pesar de contar con un porcentaje de PIB dedicado a educación muy alejado de la media europea, iba recuperando el mucho tiempo perdido durante las décadas de la dictadura franquista. En particular, el aumento de alumnos por profesor conllevará reducir en la misma  proporción el tiempo disponible para la atención individual. Y esto es especialmente grave en la Educación Secundaria Obligatoria por las características y creciente complejidad y diversidad de su población escolar.
El gasto social, que sufragamos conscientemente con nuestros impuestos, destinado a la red pública educativa y sanitaria es la mejor inversión que la administración pública puede dedicar para trabajar por el futuro de nuestra sociedad. Por eso nos negamos a aceptar que se reduzca y que se utilice de forma perversa y prioritaria para otros fines.
Nos sobran las razones pero sabemos que eso, a veces, no es suficiente. La movilización unitaria, permanente e inteligente es la única herramienta que puede realmente cambiar las cosas. Por eso hacemos un llamamiento a la confluencia de las organizaciones sindicales, de las familias y de los estudiantes, porque todos compartimos un mismo norte: la educación es un derecho básico, imprescindible en la vida, en el desarrollo de las personas y de las sociedades. Los recortes no son inevitables: ¡¡¡hay otras alternativas!!! ¡¡¡Otro mundo es posible y otra escuela también!!!
Comunidad Educativa del Instituto de Educación Secundaria Ramón y Cajal.
                                               Huesca a 22 de mayo de 2012